La religiosidad de la modernidad produjo una ruptura con el sistema del cristianismo tradicional en función de la salvación mediata de los hombres e introdujo la disponibilidad de la salvación para todos, sin importar su posición social o vocación. De esta manera, se reforzó la acción autónoma de los actores sociales, desplazando la resignación y los condicionamientos de un orden superior representado por una elite clerical.
Delemau intenta explicar las causas que promovieron la Reforma“... la Reforma afectó a todas las categorías sociales...pese a las circunstancias económicas sociales que favorecieran su desarrollo, fue movida principalmente por una voluntad de renovación espiritual…” (1)
Para este autor las causas de tipo económico social parecerían no tener un papel tan relevante como algunos autores suponen: “... Si se pretende en cada caso particular encontrar una explicación fundamental de tipo económico social para dar paso a la de un grupo social a la Reforma, se llega a resultados contradictorios en conjunto...” (1)
Delemau destaca la escasa formación y respetabilidad de los sacerdotes católicos:
“... se confiara la salud de gran parte del pueblo cristiano a un proletariado de vicarios temporales, designados muy a menudo después de verdaderos regateos. Estos sustitutos, generalmente vagabundos y en cualquier caso ordenados sin título, eran generalmente ignorantes y poco celosos de sus deberes…” (2). Sin embargo, los abusos y las actitudes de los clérigos que atentaban contra su misma prédica, tampoco serían un factor decisivo que promueva la Reforma: “... Si los sacerdotes, a pesar de tener esposas e hijos, hubieran celebrado la misa con devoción, hubieran sido confesores eficientes y ante todo, hubieran enseñado el catecismo, no hay duda de que la Reforma protestante difícilmente se hubiera producido...” (2).
Cuando nos remitimos a las fuentes de la época podemos observar como existe un crítica a los sectores clericales. Massuccio en 1480 nos brinda un ejemplo claro de ello “.. Tales monjas, o paren lindos frailecillos, o recurren al aborto. Si alguien pretendiera que esto es una calumnia, que busque en las cloacas de los conventos de monjas y encontrará gran cantidad de delicados huesecillos...” (3)
Wicliff también nos brinda en su relato señales del grado de corrupción: “...La causa por la cual los frailes despojan a lo pobres más frecuentemente que a los ricos, e que los segundos descubren mása a fondo elfraude; a los pobres, en cambio, y al vulgo, les falta instrucción para notar en engaño...” (4)
Finalmente los parroquianos del bailagazo de Troyes confirman estas conductas: “...los malos ejemplos que les muestran los curas, vicarios y capellanes de aquel cuarato y los circunvecins, los cuales curas y vicarios tiene con ellos sirvientas e hijas del placer- de las cuales algunos tuvieron hijos- en pequeño y gran número, portando gran estado, más alto que el de las mujeres de los mejores propietarios y comerciantes del país… no los ocultan, lo cual es un gran escándalo público... s cometen muchos abusos por las gentes de la Iglesia contra los santos decretos y ordenanzas...”(5)
Bennassar nos indica que España: “... Muchos sacerdotes s dedicaban al comercio, practicaban la usura, llevaban armas y jugaban a las cartas y dardos en las tabernas...Algunos eclesiásticos cometían infracciones de varias clases, como un tal Matías Ramírez, que vivió en concubinato con María Cortes durante 26 años, tuvo dos hijas, no decía nunca misa y no sabía las oraciones...”(6)
En “La vida de Lazarillo e Tormes y de sus fortunas y adversidades” un autor anónimo hace referencia aun clérigo de la época. Allí lo describe como un hombre avaro y miserable que guarda los godigos en una vieja arca cerrada con llave para que Lázaro no se los robe. “... No digo más sino que toda lacería del mundo estaba encerrada en éste, no se si de su cosecha era o lo había anexado con el hábito de la clerecía... mas el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios que rezamos, a costa ajena comí como lobo, y bebía más que un saludador...” (7)
Podríamos suponer que la estas actitudes indecorosas que nos muestran las fuentes estarían marcando el grado de desprestigio que poseían los sectores clericales de ese entonces en la sociedad. Sin embargo, sería exagerado pensar que la Reforma fue una rebelión anticlerical, ya que no fue el único factor, ni tampoco el más importante, que estaba en puja. Para Delemau“... La causa principal... habría sido, en resumen, ésta: en una época agitada, en la que el individualismo realizaba grandes progresos, los fieles habrían sentido la necesidad de una teología más sólida y más viva que la que les enseñaba- o se les enseñaba un clero a menudo poco instruido y rutinario, compuesto por capellanes famélicos e incapaces de reemplazar a los curas titulares, que tampoco poseían formación mucho mejor...” (1)
(1)Delemau,J.1977. La Reforma. Barcelona, Labor. Pp 181-237 ( selección estructurada de fragmentos) en “La reforma religiosa. Ruptura de la comunidad pan-cristiana”. El proceso de modernización entre los siglos XV y XVIII.. Cuadernos 10. Historia Moderna 1992. INSP Joaquín V. Gonzalez.
(2) Delemau. 1973. el catolicismo de Lutero a Voltaire. Barcelona, Labor. Pp 190.277( selección estructurada de fragmentos) en “La reforma religiosa. Ruptura de la comunidad pan-cristiana”. El proceso de modernización entre los siglos XV y XVIII.. Cuadernos 10. Historia Moderna 1992. INSP Joaquín V. Gonzalez.
(3) Massuccio, ca. 1480. Escritos. La Reforma protestante. Fuentes 4. Historia Moderna .Instituto Superior del Profesorado.
(4) Wycliff, John 1370. Acerca de cuatro nuevas sectas. La Reforma protestante. Fuentes 4. Historia Moderna.Instituto Superior del Profesorado
(5)Fragmentos de los pliegos presentados a los Estados Generales de 1614 por los parroquianos del bailiagazo de Troyes. La Reforma protestante. Fuentes 4. Historia Moderna. Instituto Superior del Profesorado
(6)Bennassar, B. Historia de los españoles. Barcelona, Critica. En Cuadernillo “España ante la modernidad. Modos de vida, mentalidades colectivas y existencia privada”. Ensayos. Historia de España. IES 1
(7) Anónimo.“La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades”. Tratado Segundo. Colección Del Mirador. Cántaro Editores, 1999.